2007/12/15

La Mujer en las obras de María Luisa Bombal


La Mujer en las obras de María Luisa Bombal


Introducción

Durante el siglo XIX la literatura sólo estaba basada en el desarrollo exterior del humano, explicando fenómenos totalmente cotidianos sin ahondar en la problemática interna del hombre como un ente extremadamente extraño; luego, alrededor del año 1910, los escritores, latinoamericanos principalmente, vieron en su escritura la necesidad de innovar, expresando por medio de las letras la vida psicológica del humano, tratando temas totalmente distintos, estableciendo diferencias significativas entre unos y otros para generar un cambio en la percepción de mundo de cada cual; así nace la literatura contemporánea, mediante la expresión de sentimientos, la interpretación personal de la vida y la valoración del hombre y/o la mujer. La literatura contemporánea se expresa de variadas maneras: mediante la Poesía; el Teatro, que se desarrolló principalmente en México (con la creación de dos teatros: Teatro de Ulises (1928) y el Teatro de orientación (1932)) y en Buenos Aires; el Ensayo, con un desenvolvimiento intelectual; y la Narrativa con el difundimiento de la novela latinoamericana en tres fases: la primera en la que dominaba la concentración en temas, paisajes y personajes locales, y que se vio seguida por otra en la que se produjo una extensa obra narrativa de carácter psicológico e imaginativo ambientada en escenarios urbanos y cosmopolitas, para llegar finalmente a una tercera en la que los escritores adoptaron más técnicas literarias, las que los ayudaron a llegar a variados tipos de gente.
Al realizar mi estudio me basaré principalmente en la segunda fase del desarrollo de la Narrativa en Latinoamérica ya que me interesa dirigir el informe a la psicología humana, principalmente a la de la mujer.
Por este motivo, entre el sinfín número de escritores que aparecen en este período, rescataré a María Luisa Bombal, una mujer chilena que supo interpretar de manera fehaciente a la mujer y darle valoración dentro de la sociedad, mostrando sus problemas e inquietudes internas; La Última Niebla (1935), La Amortajada (1938) y El Árbol (1939) son las obras que he escogido para llevar a cabo el análisis que prosigue ya que siento que existe cierta conectividad entre ellas, lo que me ayudará a hacer este informe más entendible para todo público, pero en especial para la juventud porque este último tiempo el interés por la lectura ha decaído de manera considerable.


La Mujer en las obras de María Luisa Bombal

La palabra mujer proviene del término latín mulĭer y significa persona del sexo femenino[1], poseyendo amplias derivaciones como mujer de campo, de gobierno, de letras, etcétera [...]; ésta, a lo largo de los años, se ha visto relegada a un estatus más bajo que el hombre por variadas razones como por ejemplo la mayor debilidad que poseen en comparación a las personas de sexo masculino tanto física como psicológicamente lo que conlleva a que la mujer esté relegada a trabajos de menor categoría aunque esta situación ha ido cambiando de manera paulatina con el transcurso del tiempo; es así como durante el siglo XVIII, XIX y XX, el papel de la mujer tomó un giro trascendental para su existencia: desde el siglo XV existió una ferviente disputa entre escritores y escritoras por la importancia de la mujer, la que se prolongó hasta el siglo XVIII, sin embargo durante este período aparece un movimiento intelectual denominado Ilustración que, junto con la Revolución Francesa, dan un auge a la posición de la mujer en la sociedad, no obstante pocos años después se dicta el Código Civil Francés[2], en el que se le quitaban todos los derechos a las féminas, aboliendo toda posibilidad de emancipación del hombre; la etapa que corresponde al siglo XIX es considerada de “transición” para la mujer ya que se llevan a cabo reformas en algunos lugares como Gran Bretaña o el Reino Unido por ejemplo, sin embargo el pensamiento seguía siendo el mismo: “la mujer sólo sirve de ama de casa”, teniéndosela sólo como un objeto que cumplía todos los quehaceres del hogar. Luego en el siglo XX fueron llevadas a cabo varias reformas que apoyaban a la igualdad entre hombres y mujeres, sólo por mencionar algunas: fue aprobado el sufragio universal en el año 1931, luego de la Primera Guerra Mundial, las mujeres fueron incorporadas a fábricas y les fue permitido estar al cargo de servicios sociales, hasta ese momento la condición social de las mujeres había cambiado mas el hecho que marca la implantación del feminismo en la sociedad como ideología estable es la Segunda Guerra Mundial, gracias a la información y a la sociedad de masas.
Como se puede apreciar, la sociedad es separatista y marginalista, esta se subdivide en el mundo masculino y el mundo femenino, en el que a su vez se pueden apreciar dos categorías lo público y lo privado. Lo público pasa a formar parte de la realidad que los hombres viven (el mundo de la polis[3]), un mundo en que se deja de lado la intimidad y la familia. Por el contrario está el mundo privado - nótese que en éste las mujeres crean su propia identidad femenina - el cual se caracteriza por darle mayor importancia a la familia, los sentimientos y la intimidad; por tanto debido a este tipo de sociedad se ve afectada la psicología femenina; en la obra La Última Niebla se aprecia claramente el efecto que esta marginalidad posee sobre las mujeres; la protagonista del libro relata un momento de pasión con su amante. Dicha historia resulta ser una invención de su psiquis, producto de la despreocupación del marido y falta de cariño. Tan grande es dicho sufrimiento que la mujer, luchando por su identidad femenina, se llega a construir un mundo ficticio. También es el caso de La Amortajada donde la protagonista, Ana María, lucha constantemente para lograr ser feliz. La intolerable presión nunca la dejó vivir en paz, sufrió desde su primer amor, pasando por disputas con la religión, hasta en sus últimos momentos de vida con su marido e hijos sufrió de manera tediosa. Esta agobiante marginalidad, impuesta mayoritariamente por su esposo, crea en ella un sentimiento de culpa y posteriormente de lucha. Aunque se encuentra muerta, Ana puede relatar sus vivencias y dar testimonio de su contienda. Este hecho da a entender que el sufrimiento de esta mujer nunca la dejará descansar. Por lo tanto se puede decir que psicológicamente estaba tan afectada que su realidad se ve maniobrada por sus emociones. En el caso de El Árbol, la protagonista, Brígida, es el más fehaciente ejemplo de la discriminación humana además de la marginalidad ya que por ser la menor de sus hermanos se ve desprovista de todos los cuidados necesarios y desde pequeña se ve abandonada a su propia suerte como lo dice su padre “No voy a luchar más, es inútil. Déjenla. Si no quiere estudiar, que no estudie. Si le gusta pasarse en la cocina, oyendo cuentos de ánimas, allá ella. Si le gustan las muñecas a los dieciséis años, que juegue”[4]; luego se ve afectada nuevamente por su marido ya que Luis, al dejarla de lado, hace que se oculte en su cuarto para luego descubrir a su confidente: el gomero[5], el que es una gran ayuda para que Brígida se dé cuenta que no ama a su marido y decida abandonarlo y con esto dejar atrás su vida de mujer reprimida y retardada como muchos la caracterizaban.

La sexualidad femenina es otro aspecto que se trata en estas obras. Los hombres siempre han tratado de reducir a la mujer a un plano netamente sexual, dejando totalmente de lado las emociones que pueden entregar es decir, los hombres han querido a la mujer sólo como un objeto para producir placer. Así se puede encontrar una fuerte contradicción de parte del hombre ante esta realidad debido a que, según la sociedad, es mal visto que una mujer deje de lado los sentimientos y sea similar a los hombres en el aspecto sexual. Por tanto es fácil darse cuenta que el hombre no quiere que la mujer sea simplemente un objeto sexual, si no que a su vez espera que sea totalmente sumisa a la voluntad del varón, en pocas palabras la sexualidad femenina ha sido resumida a la capacidad de reproducción y ha sido subordinada al placer sexual masculino.

En La última Niebla, la sexualidad femenina reprimida se aprecia en el mundo ficticio creado por la protagonista el cual es producto de una represión sexual, social y emocional. La aventura que vive con este hombre que es producto de su imaginación expresa el profundo deseo de alcanzar su plenitud tanto sexual como emocional. La mujer escapa de la opresión de la sociedad y busca en su amante paz y tranquilidad. La protagonista se envuelve en un romance donde aparte de expresar su deseo carnal, da a conocer las sensaciones que el acto le provoca. “Entonces él se inclina sobre mí y rodamos enlazados al hueco del lecho. Su cuerpo me cubre como una gran ola hirviente, me acaricia, me quema, me penetra, me envuelve, me arrastra desfallecida. A mi garganta sube algo así como un sollozo, y no sé por qué empiezo a quejarme, y no sé por qué me es dulce quejarme, y dulce a mi cuerpo el cansancio inflingido por la preciosa carga que pesa entre mis muslos”[6].

En el caso de La Amortajada, Ana María, a pesar de vivir en un mundo donde la marginalidad era latente, siente que al estar casada se sitúa en un estatus privilegiado. “Hubo un tiempo en que desdeñosa, aunque dolorida, rehuía las confidencias, amparada en su categoría de mujer legítima, segura de que ello representaba una elección, un puesto de honor definitivo en el corazón distante de su marido”[7]. Durante mucho tiempo se vio envuelta en esta falsa existencia pero luego logró comprender la cruda realidad que por largos años había vivido y había ocultado a sí misma. “Comprendió que ella no era, no había sido sino una de las múltiples pasiones de Antonio, una pasión que las circunstancias habían encadenado a su vida”[8]. En el caso de El Árbol, Brígida al ser una joven aún, no tiene conocimiento del desarrollo sexual de la vida en comparación con las protagonistas de las otras obras, pero eso no quiere decir que su vida sexual no sea activa, durante la segunda mitad de la obra el silencio marca un hito relevante que no se debe dejar de lado, al quedarse sumida en el más profundo mutismo, Brígida pretende dejar de lado su vida matrimonial y encontrar su yo interior ya sea de manera directa o indirecta, este hecho se ve ratificado cuando arrancan al gomero de su sitio: “Le habían quitado su intimidad, su secreto; se encontraba desnuda en medio de la calle, desnuda junto a un marido viejo que le volvía la espalda para dormir, que no le había dado hijos. No comprende cómo hasta entonces no había deseado tener hijos, cómo había llegado a conformarse a la idea de que iba a vivir sin hijos toda su vida, no comprende cómo pudo soportar durante un año esa risa de Luis, esa risa demasiado jovial, esa risa postiza de hombre que se ha adiestrado en la risa porque es necesario reír en determinadas ocasiones [...] ¡Mentira! Eran mentiras su resignación y su serenidad; quería amor, sí, amor y viajes y locura, y amor, amor...”[9]

Por consiguiente se tienen a los elementos que ayudan y/o apoyan a la mujer en su larga lucha contra la represión social y en su extensa búsqueda interna, éstos son: el árbol, el cabello (que en estas situaciones se ve representado por trenzas) y la música. En el primer caso, se puede decir que los árboles representan la tranquilidad, y donde se encuentran ubicados, perpetuos lugares donde el ente puede desenvolverse de manera libre, es por esta razón que en el caso de Brígida, ésta se refugia en el gomero ya que éste puede entregarle todas sus energías para así seguir viviendo; Ana María tiene una similar situación, para escapar de todos los conflictos que tenía, salía al jardín y se ocultaba bajo los avellanos, donde podía echar a volar su imaginación, dando lugar así a lo que realmente deseaba y necesitaba expresar; en La Última Niebla, los árboles en general representan a las personas, a medida que la niebla va capturándolos, la protagonista puede encontrar su propio espacio para así luego dar rienda suelta a todos sus deseos. En el segundo caso, el cabello recogido de la esposa de Daniel en La Última Niebla representa la dominación de la que es objeto la mujer, en cambio los cabellos sueltos y llenos de vida de Regina, a la que envidia, representan la libertad de la esencia femenina y el derecho a amar y desear; en La Amortajada se da también la sensualidad y el albedrío para expresar los instintos de la mujer representado en los cabellos “El viento. Mis trenzas aleteaban deshechas, se te enroscaban al cuello. Henos de pronto sumidos en la penumbra y el silencio, el silencio y la penumbra eternos de la selva”[10]; pero no sólo en el caso de Ana María, sino que de la misma manera la protagonista entrega la cualidad de libertad a su primer amor dando así mayor entrever a lo antes expuesto “Traías el torso semidesnudo, los cabellos revueltos y los pómulos encendidos por dos chapas rojizas”[11]; Brígida, en El Árbol, con “sus trenzas castañas que desatadas le llegaban hasta los tobillos”[12] ratifica la idea de una mujer sujeta a la opresión y desinterés de su esposo. El largo del cabello representa las capacidades de la mujer ya sean físicas o psicológicas pero, al estar sujetos, vislumbran las limitaciones que la sociedad le impone, además también representan cierta conectividad mujer-naturaleza que hace que se vean envueltas en el cosmos de manera más significativa que el hombre. Y, finalmente, la música, ésta ha ido desarrollando un papel primordial en la sociedad a lo largo de los años, ya que actúa como liberadora del inconsciente, además de ser un canal de comunicación con el mundo divino y con el propio ser principalmente, he ahí la razón por la que las protagonistas buscan desahogarse por medio de la música de sus problemas o también por la que rememoran hechos pasados de su vida.


Conclusiones

Mujer, un término demasiado amplio que sólo una escritora se ha atrevido a utilizar en sus creaciones, como he podido apreciar en cada una de sus obras llega a los rincones más rebuscados de las féminas, utilizando las más variadas tácticas narrativas, así podemos ver que en El Árbol Bombal hace honor al más perfecto uso del racconto, lo que hace que este relato breve sea de gran complejidad, a pesar de que el argumento es simple. En el caso de La Última Niebla, el argumento también es sencillo, una mujer que, desilusionada por la despreocupación de su marido, se ve obligada a crear un mundo ficticio donde existiera un amante. Finalmente en La Amortajada, el análisis se complica un poco ya que Ana María, personaje principal, hace gala de todas las vivencias de una mujer para explicar su vida, explica sus sufrimientos y sus alegrías, sus logros y derrotas, mas lo más sorprendente es que nuestra protagonista tiene la capacidad de hacerlo desde el lecho de muerte, lo que genera cierta atracción en el público lector de cualquier edad. En síntesis, en las obras de María Luisa Bombal se puede apreciar a la mujer desde todos los ámbitos posibles ya sea en lo interior o lo exterior. Además cabe destacar el importantísimo papel que tuvo esta escritora, en la interminable lucha por la igualdad entre los sexos ya que con sus creaciones, los hombres pudimos vislumbrar cuán difícil es la vida de la mujer y cuán difícil se les hace desenvolverse en este mundo que está creado de manera ilógica y totalmente avasalladora para el sexo masculino pero no sólo los hombres, porque las mujeres al ver realmente su realidad, es decir, estar prácticamente omitidas por la sociedad, lograron unirse y así generar cambios estables y mayoritarios como por ejemplo en algunos países se crearon los Servicios Nacionales de La Mujer sin embargo éstos aún son mínimos en comparación con la gran difamación del machismo a nivel mundial; por tanto espero que sigan apareciendo más figuras insignes que sean un aporte significativo para esta lucha ardua y paulatina con el fin de darle un cambio más radical a esta sociedad para que se omita la discriminación y la disgregación social, no se trata de establecer la doctrina del feminismo sino de instaurar equidad entre todos.
Por todo esto no me cabe más que decirle una sola palabra a la gran escritora que nos entregó nuestra historia: Gracias.


[1] Diccionario de la Real Academia Española.
[2] Código Civil Francés. El Código Civil Francés (llamado Código de Napoleón o Código Napoleónico) es uno de los más conocidos códigos civiles del mundo. Creado por una comisión a la que le fue encomendada la recopilación de la tradición jurídica francesa, dio como resultado la promulgación del “Code civil des Français” el 31 de marzo de 1804, durante el gobierno de Napoleón Bonaparte. Enciclopedia virtual Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3digo_Napole%C3%B3nico
[3] Polis: Del gr. πόλις. En la antigua Grecia, Estado autónomo constituido por una ciudad y un pequeño territorio.
[4] Bombal, María Luisa La última niebla, La amortajada, El árbol. Editorial Zig-Zag. p. 136
[5] Gomero: m. Árbol ornamental de la familia de las Moráceas, de copa ancha y hojas de color verde luciente en la cara superior y más claro en la inferior, oblongas, grandes, y con fuertes nervaduras amarillentas.
[6] Bombal, María Luisa, Op. Cit. , p. 177
[7] Ibid., p. 95
[8] Ibid., p. 96
[9] Ibid., p. 153-154
[10] Ibid p. 27
[11] Ibid p. 25
[12] Ibid p. 137

3 comentarios:

Unknown dijo...

Alumno: Diego Henríquez Pastene
Curso: 2ºK
Profesor: Daniel Tejo M.
Fecha de Entrega: 25 de septiembre de 2006

Nota: 7.0

Anónimo dijo...

LA DIDIIIII

mmm que interés tienes por la mujer en maría Luisa :P

tu problemática

ña ña ña bromaas!

cuidate didita nos vemos mañana

writingatnight/escribiendodenoche dijo...

Muy interesante y completo! Primer artículo que realmente examina la mujer como tema de Bombal.

He escrito sobre temas similares en La historia de María Griselda. Mi enlace, por si quieres leer:
http://marianaromo-carmona.blogspot.com/p/maria-luisa-bombal-una-lectura-lesbica.html

Gracias!