2008/09/20

Amor

Amor
¿Qué es?
La palabra amor tiene millones de connotaciones, sin embargo, pocas denotaciones, esto es porque el humano siempre se ha caracterizado por atribuirle el significado que quiere a las palabras, independiente de las que sean; para mí, amar es más que una palabra, es la demostración gráfica, el grafema de lo que es un sentimiento, no obstante, se queda chica, corta, no es lo suficientemente amplia para abarcar el real significado de lo que es amar, la esencia, su real esencia.
Ahora, existen, digamos, muchas formas de amor, muchas demostraciones de amor, por ejemplo, tenemos el típico, el amor de madre, ese amor inconmensurable e incondicional, que cualquier hijo siempre sabe que estará ahí, aunque la madre no esté presente físicamente, es la sensación de sentirse amado, de lo contrario, comienzan a aparecer ciertas pseudo madres que reemplazan a la original y que, por lo tanto, son capaces de entregar esos cuidados y esa preocupación y ese abrazo necesario y cálido que sólo puede entregar una madre, esa mirada tranquilizadora, con la que te dicen, sin siquiera quererlo, que te aman y que siempre van a estar ahí, para ti.
Así también, existe el amor entre hermanos, el amor por los amigos y el amor por los seres queridos: en primer lugar, el amor por los hermanos, es similar al amor por los padres, digo similar, porque existen algunas diferencias, ya que el hermano es un igual, los padres son superiores, uno con un hermano, o en su defecto, hermana, crece juntos, aprende juntos, independiente de la edad, los une un vínculo más grande, los padres, siempre van a ser hermanos, independiente de cómo sean, da lo mismo, siempre estarán los recuerdos, todo, cualquier cosa te hará recordar que tienes un hermano (a), que estará ahí, por muy mal que te hayas portado con él, o por muy mal que él se haya portado contigo, estará ahí, te lo puedo asegurar. En segundo lugar, el amor por los amigos, algunos dicen que hay que hacer la diferencia entre la amistad y el amor, pero para mí, sólo es amor pero en otro grado, uno ama a sus amigos porque aprende a quererlos, a comprenderlos, a apreciarlos. Y es cómico, porque uno no nace conociendo a sus amigos, uno se encuentra con ellos a lo largo de su vida, son circunstancias las que hacen que uno conozca a sus amigos y aún así, uno tiene que ser lo suficientemente transigente para aprender a conocerlos, aprender sobre sus vidas, sobre sus vivencias, compartir, confiar, aprender a confiar en ellos, es el primer paso para forjar una amistad, si no existe la confianza, no hay nada que hacer, la confianza se puede perder, errar es humano como dicen, pero si el amor existe realmente, superará esa frontera y si ambos quieren, pueden volver a entablar esa relación de amigos que tanto les costó crear, el perdón es una parte importante en las relaciones que están marcadas por el amor, hay que aprender a perdonar, ante todo y ante todos, pero para eso, hay que saber que hay que conservar la confianza, perdonar no es fácil, no es llegar y decir: “ya, te perdono” es un proceso, largo y dificultoso, en el que ambas partes, deben acceder, y dar todo de sí, para que resulte, siempre hay que dar todo, cuando uno realmente ama, es capaz de arriesgar todo, absolutamente todo, hasta la vida, hasta su propia vida, es por esto que las madres dan la vida por sus hijos, es por esto que prefieren que sus bebés vivan, porque es algo innato en ellas, porque están determinadas por ese sentimiento desde el momento en que saben que existe un conjunto de células en su interior que está haciendo múltiples mitosis y meiosis y que luego presentará columna vertebral y un corazón y que éste comenzará a latir, más y más, forjando lo que será una nueva vida.
Ahora, quedan dos concepciones de amor, las más difíciles de entender a mi parecer, éstas son: el amor a sí mismo y el amor de pareja: la primera concepción de amor es aprender a conocerse, a valorarse, a entenderse, a superarse, a darse cuenta de que uno tiene todas las herramientas necesarias para vivir, a quererse tanto física como psicológicamente, aunque obviamente es más importante lo psicológico, ya que la parte física es solo un complemento, cabe hacer una analogía en lo que dije en el comienzo: la palabra amar la representación gráfica de lo que es un sentimiento, nosotros somos sentimientos, somos sentir, nada más, el cuerpo es la demostración de cómo nos sentimos, si estamos tristes o felices, enojados o apenados, es nuestra cara visible, es nuestra máscara, la magia está en cuando otra persona ve más allá de unos ojos risueños, de una sonrisa perfecta, cuando ve a través de eso, es capaz de sentir lo que tú sientes. Pero lo más importante es que uno mismo se dé cuenta de eso, se dé cuenta de lo que pasa en su interior, de lo que realmente quiere para con su vida, de lo que no le hace daño, de lo que vaya a hacer sea bueno para uno, que traiga frutos, que traiga esperanzas e incontables buenos momentos, por lo tanto el amor a sí mismo es una concepción de autoconocerse, de auto quererse, de saber qué es lo que uno quiere para consigo mismo, es encontrar lo que uno quiere que su pareja encuentre en sí, en uno mismo. Así, la segunda, es extensísima, por eso la dejé para el final, el amor de pareja es algo raro, es algo que no se puede explicar con mucha claridad, trataré de ser lo más claro posible, aunque incluso para mí se vuelve confuso. El amor de pareja es un lazo, muy fuerte que existe entre dos personas, independiente del sexo que tengan, que no se conocen y que por esas circunstancias de la vida, se unen y comienzan a conocerse y a quererse y luego a amarse, porque amar, es un proceso, uno no ama de un día para otro, no es llegar y autoconvencerse de que se ama, no, es algo más profundo, cuando uno conoce a “ese alguien especial” no piensa en enamorarse, piensa en lo buena persona que es, en lo bien que se siente cuando está junto a él, en las ganas que tiene de que pase luego el tiempo para verlo, para abrazarlo, para escuchar su voz, para reírse juntos, para compartir. Eso es en un principio, luego es distinto, luego no es eso, luego esa persona especial, pasa a ocupar casi la mayoría de todos los pensamientos de ti, te levantas y piensas en él, si habrá amanecido bien o no, si estará bien o no, si habrá llegado bien donde tenía que ir, si le estará yendo bien en todo lo que tenía que hacer, te desesperas si no sabes de él, si no te llama, si lo llamas y no contesta, si le envías un mensaje de texto y no te contesta, si no lo ves ese día, porque se transforma en una parte de ti, una parte que nunca pensaste que llegaría a ser, que nunca lo imaginaste, porque lo subvaloraste en un principio, cuando recién se conocieron, pero ¡calma! Es normal, uno no anda buscando el amor, el amor llega, el amor está rondando en ti, ese montón de partículas que conforman las feromonas hacen reacción con las de él y ¡pafff! Hasta ahí no más llegó la soledad, no se puede evitar, no puedes evitar pensar en él, no puedes evitar despedirte de él cada noche, cuando sabes que está lejos, pero decirle, entre sueños, te amo mi amor, te extraño, buenas noches, eso, eso no lo puedes evitar, porque no está dentro de tu lógica, porque es algo de sentimientos, porque, aunque quisieses, es más fuerte lo que dicte tu “corazón” que lo que dicte tu mente. Es por esto que cuando una relación finaliza, cuesta tanto desligarse de esa persona especial, que quizás ya no es especial, o quizás sí, aún lo sigue siendo, pero debe existir un tiempo, un tiempo para darse cuenta de lo que es cada uno, ya que, lo queramos o no, las relaciones absorben, consumen gran parte de tu vida, pero no para mal, no, es imposible que sea para mal, a no ser que no sea una relación sana, donde no exista amor; te consumen, y la mayoría de las veces te olvidas de cómo era tu vida antes de conocerlo, de cómo te gustaba vivir, de lo que te gustaba hacer, si es que eran cosas buenas, por supuesto, entonces que hacen la mayoría de las parejas, se separan durante un tiempo, para volver a conocerse, no para empezar de nuevo, no existe “el borrón y cuenta nueva” no somos seres capacitados para olvidar todo, siempre existirá algo, no es llegar y olvidar, no; sino que para dar un giro, un cambio, para darse cuenta si es que ese amor que siempre se habían profesado, durante la relación, es lo suficientemente fuerte como para volver a estar juntos, para volver a compartir experiencias nuevas, para volver a crecer juntos, a conocerse más aún, independiente de lo que hubiesen vivido antes, para volver a reír, caminar por un parque, correr, jugar, cantar, llorar, conversar, compartir juntos no sé si para siempre, pero durante mucho tiempo más, según mi parecer para eso existe el tiempo, los “breaks”, para darse cuenta, si es que lo que están viviendo, o lo que estaban viviendo antes de que todo estuviera mal, es lo que realmente quieren para su vida, y si es así, si realmente existe ese amor incondicional, ese amor verdadero, ese amor que supera todo, incluso la muerte, que es lo único de lo que el ser humano tiene certeza, entonces si supera todo eso, hay que volver a comenzar, volver a sentir, volver a correr, a reír, a saltar, a compartir, no importa el tiempo que pase, pueden pasar horas, días, meses, años, décadas, no importa, si realmente existe, si realmente existe ese sentimiento puro, limpio, imperdurable y sempiterno, el tiempo dará lo mismo, a penas vuelvan a verse, se encenderá la llama dentro de sus corazones y no podrán evitarlo, porque ellos no lo andaban buscando, porque el amor los encontró, y contra eso, es imposible luchar.






Diego Henríquez Pastene.

2 comentarios:

Sugar dijo...

Esta genial ese escrito :)

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.