“Ya se acerca, la siento desde la lejanía, ahora, en los últimos días de mi vida, por primera vez, me preocupa lo que pueda hacerme. Tengo miedo, es verdad, pero es extraño, este miedo es diferente, es reconfortante, siento que podré liberarme al fin, que quizás sea una suerte que llegase ahora y no antes. Recuerdo cuando mis padres me criaban y me decían que debía ser un hombre de bien. Recuerdo las peleas, con ellos, con mis hermanos, con mis parientes, con mis amigos […] amigos, qué rara y lejana me resulta esa palabra ahora. Cuando era joven, me importaba, sentía que me daba aires de grandeza poder llamar a una persona ajena a mi familia Amigo, ahora que estoy en el confín de mis días, puedo decir que realmente no es así, no de egoísta, no, sino de sabiduría porque ahora me doy cuenta que de ellos, los que realmente eran mis amigos, son los que están ahora conmigo pero, un momento, me encuentro solo, ¿por qué será?, tal vez no los supe valorar en su debido momento por aquello no están aquí, junto a mí cuando más los necesito, cuando me gustaría decirles que de verdad los quise en algún instante de mi vida, que me perdonen, que de verdad fui un cobarde; a mi familia, me gustaría tener a mi madre a mi lado, decirle cuánto la quiero y cuánto la he extrañado desde que me dejó, no porque quiso sino porque fue su hora, tal como ahora es la mía mientras espero a que llegue por fin ese ser que pretende sacarme de mi vida y llevarme a un lugar que supuestamente es mejor.
Recuerdo los días que veraneaba junto a mi familia, éramos felices, excepto algunas peleas y discusiones pero a fin y a cabo éramos felices, nos teníamos a cada uno, nos ayudábamos y nos apoyábamos; así también rememoro el día de nuestra separación: frío, nublado y con un fuerte viento que hacía retumbar las ventanas, los muros y las puertas de esa iglesia, en ese maldito velorio que me separó de lo que más quería del mundo y quedé solo. Desde ese momento me cerré y no me importó nadie más que yo, clausuré todas las puertas y con eso oprimí también mi felicidad, es por eso que ahora me encuentro sumido en estos pensamientos, es por eso que no puedo morir tranquilo, es por eso que siento que dejé muchas cosas sin hacer y es por esto que me hago la siguiente pregunta: ¿Fue mi culpa? Quizás sí, quizás no; cuando llegue ella en poco tiempo más le preguntaré, a ver si tiene la respuesta, yo creo que sí, mal que mal, se supone que es poderosa, y si no la tiene, tendré que conformarme con saber que aunque haya sido en el último momento de mi vida, me arrepentí…
Ese aroma, me resulta familiar, me recuerda a mi madre cuando me hacía dormir, y esos pasos que vienen desde el pasillo próximo a mi lecho de muerte… esos pasos son de mi padre… y esas voces… voces que me hablaban siempre y me aconsejaban… son de mis hermanos y amigos… Ahora sé que no estoy solo, ahora sé que nunca estuve solo, ahora sé que lo único que debía hacer era decir lo que sentía y no guardarme como siempre pensé, o como pensé desde que me dejaron, pero eso no importa ahora, lo único que importa es que cuando llegue no estaré solo y cuando llegue me sentiré preparado para irme con ella. Con la Muerte”.
Recuerdo los días que veraneaba junto a mi familia, éramos felices, excepto algunas peleas y discusiones pero a fin y a cabo éramos felices, nos teníamos a cada uno, nos ayudábamos y nos apoyábamos; así también rememoro el día de nuestra separación: frío, nublado y con un fuerte viento que hacía retumbar las ventanas, los muros y las puertas de esa iglesia, en ese maldito velorio que me separó de lo que más quería del mundo y quedé solo. Desde ese momento me cerré y no me importó nadie más que yo, clausuré todas las puertas y con eso oprimí también mi felicidad, es por eso que ahora me encuentro sumido en estos pensamientos, es por eso que no puedo morir tranquilo, es por eso que siento que dejé muchas cosas sin hacer y es por esto que me hago la siguiente pregunta: ¿Fue mi culpa? Quizás sí, quizás no; cuando llegue ella en poco tiempo más le preguntaré, a ver si tiene la respuesta, yo creo que sí, mal que mal, se supone que es poderosa, y si no la tiene, tendré que conformarme con saber que aunque haya sido en el último momento de mi vida, me arrepentí…
Ese aroma, me resulta familiar, me recuerda a mi madre cuando me hacía dormir, y esos pasos que vienen desde el pasillo próximo a mi lecho de muerte… esos pasos son de mi padre… y esas voces… voces que me hablaban siempre y me aconsejaban… son de mis hermanos y amigos… Ahora sé que no estoy solo, ahora sé que nunca estuve solo, ahora sé que lo único que debía hacer era decir lo que sentía y no guardarme como siempre pensé, o como pensé desde que me dejaron, pero eso no importa ahora, lo único que importa es que cuando llegue no estaré solo y cuando llegue me sentiré preparado para irme con ella. Con la Muerte”.
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Una de mis creaciones que más me gusta.
1 comentario:
Me gusto mucho el texto... el unico detalle es q parece un trozo de una novela, entonces me da la impresión que hay una historia detras q es dificil de enclarecer solo asi... cuando te conectes me enseñas como poner esos links cn fotos para poner tu blog y aprovechar de poner el del camus y el Fuguet del 3º K xD... ya cuidate =) chau
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